21 febrero 2006

Pongo la música, enciendo la luz pequeñita de mi cuarto, reviso más de treinta e mails retrasados de personas que se acuerdan de mí. Realmente, todo es muy sencillo en ocasiones así, cuando no pienso en todos aquellos problemas mayores que me rondan y me hacen entristecer.
Sentirme así, en ocasiones como ésta, me hace percibir del mundo desde la sencillez y me siento rica por dentro.
Yo no tengo un contrato decente, no disfruto de una abundancia de billetes a fin de mes, ni coche, ni piso.
¿Es la felicidad del pobre?... ¿que se contenta con poco y no tiene aspiraciones? Bien... creo que no, que tengo muchas, pero todas son impalpables, inmateriales. Y esa riqueza es mucho más perecedera y valiosa. Alguien me espera cada día, alguien me recuerda con amor, nadie puede pronunciarse de mí en términos de maldad, nadie puede acusarme de malicia o mala voluntad, nunca tuve enemigos. Siempre tuve todo lo que precisé para vivir. Estoy rodeada de una familia maravillosa y de amigos incomparables. Miro al futuro enamorada y tengo mil planes e ilusiones.
Todavía sigo siendo capaz de emocionarme con lo irrisorio e imperceptible para muchos.
¿Felicidad de pobre?..................entonces... quiero que mi vida siga siendo PAUPÉRRIMA!!!!!!!

No hay comentarios: