
Guadix Un personaje que ostenta el poder en Andalucía, un izquierdista venido muy a menos, ha elegido a la Duquesa de Alba, "andaluza del año". Un señor apellidado Chaves, en quien muchos andaluces despositaron su confianza, ha pensado en una burguesa explotadora, heredera de una gran fortuna, es la "andaluza del año". Ese señor ha exaltado, dándole ese premio a la terrateniente acaudalada, el capitalismo, la vulneración de los derechos humanos, la riqueza y el poder, por encima del sudor, el trabajo y la casta del ciudadano andaluz. Toda esa gente, esa maravillosa clase trabajadora, de manos cortadas, piel rajada al sol del campo, ha criticado este galardón con rabia, en manifestaciones en las que han sido maltratados por la policía (que vestía azul pero parecía gris, como en los tiempos del dictador fascista). La gran señora, la gran duquesa, les ha tildado de "gentuza" y de "locos". Algunos de ellos ya la han denunciado. Yo, que nací en Barcelona, como podría haber nacido allí, soy una charnega (me encanta esa palabra) que mezcla el "seny" català con la gracia andaluza. Mi padre, hubo un tiempo, en que corría por las calles de tierra de Guadix y vivía en una cueva como las de la imagen. Antes de morir, decidió que quería volver para que sus restos reposaran allí. Y allí está su tumba. ¿Qué hubiera pensado él de esta ignominia, de esta condecoración al monstruo de los títulos y los dineros, del poder rancio por el que no se ha trabajado? Una señora que, con su aspecto estúpido, da la sensación de bondad, con sus serios problemas para hablar parece tierna y digna de compasión. Y resulta que pasea sus alhajas a costa de una suculenta herencia en la que sólo tuvo que poner la mano, sin saber lo que son el sufrimiento, la lucha diaria, el madrugón, la humildad, el respeto al proletariado que le trabaja sus tierras... Aquí huele tan mal que es insoportable. Las calles, esos rincones maravillosos de Andalucía, se retuercen ante ésta y otras tantas injusticias, como la de la repartición monstruosamente desigual de los subsidios al trabajador del campo. Ayer oía, con espanto, que entre siete terratenientes, reciben más ayudas que quince mil currantes. Es tan desgraciada esta situación, que no tengo más remedio que mirar de nuevo a los amigos izquierdistas del PSOE, aquellos a los que he votado desde siempre (mi padre era fiel a Felipe González), que ostentan el poder allí, y sentir ganas de vomitar.Recuerdo cuando se les llamaba "rojos". A mí, me encanta ese mote. No son dignos de llevarlo. Son, como todos, una pandilla de corruptos que se venden al poder, al final, y que están a un abismo del pueblo. Si miro hacia la derecha, Dios, qué asco. Un ex presidente, Aznar, que apoyó una guerra, que vive del despotismo, que no sabe hablar, vomita, que entona sus canciones desde FAES y me produce espasmos de pavor. Un terrorista que sigue siendo el responsable junto a Bush y Blair, de cada una de las muertes que siguen produciéndose en Irak. En fin, no quiero degenerar hablando de esta masa fascista que nos ha gobernado en ocho años de esperpento. Quiero que todos sepan que, aquí la charnega, tiene la sangre, en las venas, dividida y me duele Catalunya y Andalucía. Catalunya en sus vaivenes con un Estatut de pena, en su denominación de nación o lo que sea, un amalgama de incoherencias económicas que nos llevan a los catalanes jóvenes indefectiblemente, a vivir debajo de un puente (tal está la "política de l'habitatge" también con el PSOE)...Andalucía, con su injusticia laboral, la erradicación a este paso, de la agricultura... Me duelen y me endulzan las dos. Las dos me corren dentro. Pau Casals y el "Cant dels Ocells", Camarón y "Como el agua". Resultado de la mezcla maravillosa, el pupurrí tan rico de dos culturas que me envenenan deliciosamente. Me meneo en mi casa con el flamenco, me saca la lágrima la sardana... comento el "peaso Gazpacho de mi madre", y exalto "la llesca de amb tomaquet". Ah, Guadix, si tú supieras que desde Barcelona veo la torre de tu Catedral y te pienso... ese pueblo con tintes de ciudad donde mi padre descansa, bajo tu cielo limpio...los rincones de tus cuevas blancas... Ah, Barcelona, te padezco día a día en los atascos de la Diagonal y te lloro entre las esquinas del Parc Güell...
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3 comentarios:
Yo también soy charnega: nací en Badalona de padre extremeño al que se llevaron allí cuando tenía dos años. Pero también soy valenciana por parte de madre y porque aquí he vivido desde los 8 años. Respecto a la vivienda, echa un vistazo a mi blog y a www.antikelifinder.com Es interesante.
Qué increíble lo de la Duquesa de Alba no? Que horror cuando dijo que la gente "esa" que está protestando afuera no le interesaba sino que a ella le importaba sólo que le estaban dando un premio y que estaba muy felíz por ello!!
Eso y decir: me importan una m...lo que les pase o lo que quieran es lo mismo!
Qué lindo que escribís! Que suerte que Ana me recomendó tu página!
te explicas muy bien , y me gusta como lo haces ojalá no olvides nunca tus raices andaluzasy guadix suponga para ti algo mas que un terreno donde tu padre esté enterrado,y te "duela" andalucia.
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