17 marzo 2006

La Casa P…

Estoy licenciada en Periodismo por la Universidad Ramon Llull de Barcelona, pero trabajo en una Agencia de Comunicación y Relaciones Públicas (que no Púbicas, como digo yo siempre). Aunque esto es, a menudo, una auténtica Casa Putas.
El despacho es un piso ambientado como despacho. En la entrada estoy yo, que soy el comodín y lo mismo valgo para un roto que para un descosido. Si tuviese que describir todo lo que hago…Realmente, se aprende mucho aquí, día a día, sobretodo de mi jefa, que, pese a sus neuras, es una crack y vive por y para el negocio de las Relaciones Públicas. Es buena comunicadora, porque, esencialmente, es una buena actriz vestida de Pedro del Hierro o Prada.
Estamos situados en una calle de la Zona Alta de Barcelona. Una calle en la que huele a perfume caro, con viejas de peluquería haciendo cola en Llongueras y viejos conduciendo Porsches.
Justo al lado de nuestro portal, hay un bareto en el que siempre encuentro acomodados a los mafiosos de turno, colgados de sus móviles, hablando de dinero y, sospechosamente, sin moverse del bar en todo el día…ummm, qué peste hace el tema…algunos ya me saludan al pasar, o me lanzan piropos con clase.
En nuestra calle hay tiendas de HERMES, LOUIS VUITTON…y, además, una muy curiosa que me produce arcadas cuando paso: una modista que hace uniformes para “el servicio doméstico”. Luego ves a las peruanas paseando los perros de sus dueñas por las calles con cofia y delantal.
Trabajamos con cinco cuentas, cinco clientes diferentes, mayoritariamente de moda. Cuando me preguntan a qué me dedico, suelo pensar en Comunicación Integral, pero explico que llevamos la Comunicación de nuestros clientes, en todos sus ámbitos. Las relaciones con los medios, la prensa, la publicidad. Todas nuestras marcas aparecen en las principales series de televisión, preparamos sus eventos, presentaciones de producto, imagen…Tenemos un gabinete de diseño gráfico, así que también diseñamos la publicidad, el material de punto de venta…
Al entrar por la puerta, me disfrazo y gesticulo una sonrisa. Soy la primera imagen que las visitas captan de la empresa. Sonrío a las pijas comerciales de las revistas, hablo con mensajeros, carteros, y todo espécimen que pica al timbre.
Lo que me gusta de este trabajo es que intervienes en el proceso de creación del principio al final y ves los resultados con bastante inmediatez. Tratas con proveedores de todo tipo y la faena es muy variada, nada monótona.
Es un trabajo bonito, agradable. Pero mal remunerado, of course.


2 comentarios:

amelche dijo...

Me he tomado la libertad de enviarle esto por e-mail a mi amiga Verónica, que trabajó en un sitio parecido en Madrid. Le he mandado también la dirección de tu blog. Ahora Verónica vive en Bonn (se echó novio alemán cuando vivíamos en Derry) y trabaja en una organización de comercio justo.

amelche dijo...

Como le he dicho a SAMCORCO, os invito a uniros a un juego literario que hicimos por enero antes de conocer vuestros blogs: Manías