
Si alguien, desde su poder pudiera decidir que mañana no estoy, que me esfumo, que ya no soy... convendría que tomara nota de todas aquellas cosas que quiero llevarme a ese lugar que nos trasciende, si es que existe en verdad otra vida.
Me llevaría como objetos, en primer lugar, algo con que escribir y algún aparato para escuchar música, sólo música.
Luego me haría un listado de cositas aprendidas que quiero que no se me olviden, de cada una de aquellas personas que han pasado por mi vida dejando huella. Como son muchas, empezaría por las VIP:
De mi madre, me llevaría la fuerza y el brío. En su vocabulario de vida nunca existió la palabra pereza (en el mío sí, los domingos). Esa capacidad para ahorrar, para ser previsora y ese runrún constante por ver felices a sus hijos.
De Javi me llevaría el optimismo y la ternura. Su buena educación. Su sensibilidad redescubierta. Su comprensión y paciencia cuando yo no la tengo. El AMOR.
De mi hermana me llevaría su bondad, siempre, sin mirar hacia quién la proyecta.
De mi hermano, el sentimiento puro de la amistad leal y el humor, su gran humor.
De mi mejor amigo, la capacidad para escuchar, dar buenos consejos y mantenerse a mi lado sobretodo en el peor momento, es decir, en el que más le necesito. Su fidelidad.
Claro que, si lo pienso, de los malos de la película se puede uno llevar también muchas cosas. Tantos ejemplos a no seguir!! Qué útiles son los malos, qué didácticos en nuestras vidas! Cómo nos enseñan! A ser fuertes, a ser precabidos... lo peor de todo: a perder nuestra inocencia.
Si mañana no estoy, si mañana me voy... preguntadles a todos ellos y os harán un puzzle de mí en el que espero que encajen todas las piezas!
1 comentario:
Mejor que no te vayas.
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