Viva el Amor!

Son vomitivos. Todos ellos. Esa parafernalia de banderitas que montan, incluyendo a Navarra, que no quiere ni verlos. Pronuncian la palabra "libertad" y en sus bocas suena a eructo.

Una voz femenina, profunda y marimacho donde las haya, predica la filosofía de la bajada de pantalones y "aquí no ha pasao ná". Democracia, justicia. No hablan, escupen.

Son tan lamentables que, como decñia hoy un periodista en LA VANGUARDIA, acabaremos viéndoles en unos años en "El Diario de Patricia" pidiendo perdón por lo que han hecho e intentando reinsertarse en una sociedad que les odia. Bueno, excepto el clan ultraderechista del PP, que tiene necesidad de ellos, porque son la misma mierda pero de guante blanco, es decir, pestilente a rabiar pero "por lo bajini". Se necesitan. Se aman. Unos alzan la voz en nombre de Euskadi (como si Euskadi fuesen ellos en exclusiva) y otros en nombre de la España de la caspa (como si toda España fuera casposa, franquista y ultraderechista).

Tanto asquean unos como otros. Los que emplean la pistola, porque son asesinos natos. Los que emplean la palabra, porque la manipulan, falsean, nos engañan, practican la demagogia con descaro y encima, van de "democráticos". Lo más democrático que tienen es su majestad la reliquia Fraga, que cada vez que habla, todos contra la pared. Y además, con ese pasado tuyo, tan fantástico. Ése que andaba por las esquinas censurándolo todo.

El idilio ETA-PP. Qué maravilloso! La misma mierda. Unos con corbata y otros con chapela. Pero atufan igual.