Aznar, no te olvido (I)

Dicen que cada país tiene al presidente que se merece. España debió merecerse, pues, el castigo de padecer durante ocho inacabables años a Josemi Aznar, ése palmero Aserejé, como le llamó una vez en Grandísimo Wyoming. Al menos, la España casposa, torera, nostálgica de Paquito y Falanges, de grises y mentiras, lloraba de emoción cuando salió elegido. Hoy me reconcomen, a saber, entre otros, algunos de sus actos: ANDALUCÍA: EL PP RECHAZA UNA MOCIÓN PARA QUE SE RETIREN SÍMBOLOS FRANQUISTAS EN JAÉN TODOS LOS PARTIDOS SALVO EL PP APRUEBAN DECLARAR 2006 AÑO DE LA MEMORIA HISTÓRICA ya que "son contrarias al pacto constitucional, intentan imponer una verdad oficial, tratan de revisar la transición democrática, dividen a los españoles y reabren viejas heridas". España merecía un personaje inculto, hijo de la herencia fascista, bigote desagradable, porte impresentable y labio biporino. España merecía un presidente lameculos sin estilo, conocedor del inglés tejano, arrodillado al capitalismo norteamericano, de raya al lado y metro y medio de estatura. Merecía un presidente mentiroso, tendencioso y oportunista, terrorista encubierto, con olor a mierda de cabeza a pies. España ansiaba una derecha de cuartel y paliza, de ladrón de guante blanco, a Dios rogando y con el mazo dando. Uno que en mitad de una catátrofe medioambiental terrible (hablamos del PRESTIGE), apoyaba a sus esbirros que calificaban el escape de fuel de "simples" hilillos. A su persona y a sus secuaces les debemos el mayor atentado que conoce la historia de España, el 11 - M, el retroceso del proceso de paz con ETA, la burbuja inacabable de los pisos... y, entre otros desprósitos, la intervención de las tropas del Ejército Español en la guerra de Irak, de la mano del dictador Bush. Eso sí, al menos, durante su mandato, este país disfrutó de la pompa y la alegría de la boda de la Aznarina, para la cual el Estado desembolsó un pastón (del contribuyente) en seguridad, para proteger a las clases altas que asistieron al evento. Ahora sigue hablando desde FAES, el Caballero Bigotudo, con nariz de Pinocho y porte patético, opinando de la "fragmentación del Estado" por el Estatut y hablando catalán en la intimidad mientras Bush le sodomiza por las noches. La sombra de este ciprés sigue siendo alargada... sigue dando por culo en la sobra, moviendo, ahora sí, los hilillos de Rajoy, que desespera cada día más a su logopeda. Menos mal que aún sigue vivo otro reducto franquista, Fraga, para, desde su decrépita vejez, seguir dando motivos de alegría a la colla de imbéciles descerebrados que se reúen para celebrar con nostalgia los logros de Franco. Fraga: “ Desde el 18 de Julio juré servicio completo a Franco. No he encontrado hasta hoy ninguna razón para cambiar de opinión “ (Entrevista concedida al ABC. ). ¡Arriba el puño cerrado! Banda sonora del post: L'Estaca - LLUIS LLACH