20 mayo 2006

Nunca muere

Dolores Ibárruri, La Pasionaria

Dolores Ibarruri nació en 1895 en Gallarta, Vizcaya, en el seno de una familia pobre y numerosa. El contexto que la rodea es la pérdida total de las colonias españolas.
La industria nacional española que estaba muy poco desarrollada, trataba de resurgir. Por eso, proliferan las industrias textiles, siderúrgicas y mineras. Los dos centros más importantes de estas actividades son Catalunya y Vizcaya.
En Gallarta surge un importante centro minero, y de la mano van tomando fuerza también los movimientos obreros que defendían los derechos de los trabajadores y que se sustentaban con el comunismo.
La Pasionaria había crecido y sus padres la habían empleado en una casa para hacer trabajos domésticos, a pesar de haber deseado seguir la carrera de maestra, sueño que los padres sintieron demasiado ambicioso para ella.
Vestida de negro siempre, Dolores aprendió costura y fue una verdadera adicta a la lectura, por lo que adquirió una importante preparación, gracias a la cual pudo llegar muy alto.
Dolores prontó se adscribió al Partido Comunista. A sus 25 años, se casa con el líder comunista Julián Ruiz. Su matrimonio no fue feliz, debido a que él pasaba la mayor parte del tiempo en diligencias o en la cárcel. A pesar de esto, Dolores tuvo varios hijos. La primera murió muy pequeña. Después tuvo a Rubén y luego trillizas de las que sobrevive sólo una a la cual llamó Amaya, y la última llamada Eva, muere también a temprana edad.
En 1918, publicó su primer artículo en el Minero Vizcaíno y lo firmó con el seudónimo de La Pasionaria, de ahí que se le conozca por este nombre. Y así se inició su gran acción social. Moviliza a los trabajadores, participa en manifestaciones y en 1930 es elegida miembro del Comité Central del Partido.
El comité la envía como delegada al III Congreso del Partido Comunista Español. Por esta época se separa de Julián y se va a Madrid donde será escritora en el diario Mundo Obrero. En 1932, la nombran durante el IV Congreso responsable de la Comisión Femenina del Partido.
Debido a sus fuertes y punzantes discursos, y a su activa militancia en las manifestaciones comunistas es encarcelada varias veces y perseguida por las autoridades.
Durante la Guerra Civil Española, su actividad fue fundamental, pues hablaba al pueblo, escribía, publicaba discursos y se desplazaba al frente.
En 1937, es elegida vicepresidenta de las Cortes, donde lucha por defender a los católicos y el orden institucional. Además, colabora con el traslado de un sinnúmero de españoles a la Unión Soviética, e incluso ella misma se traslada al bloque comunista, donde es exiliada debido a la existencia del fascismo en España.
En la Guerra de Stalingrado muere su hijo, golpe del cual le cuesta mucho recuperarse.
Durante años, Dolores había mantenido un amorío con Francisco Antón, quien peetenecía al partido y era dicisiete años menor que ella. Cuando esto se hizo público el Partido se opuso, y ella se doblegó pues prefería sacrificar su vida sentimental a sus ideales políticos.
Después es enviada a Chekoslovaquia para que transmita en la Radio España Independiente. Durante el VI Congreso renuncia a la Secretaría, sin embargo es elegida Presidente del partido. A los pocos años, es galardona con el premio Lenin para la Paz y recibe un doctorado Honoris Causa en historia de la Universidad de Moscú.
Por esa época, viaja a Cuba, a China, Italia, Suiza y Yugoslavia. Al año siguiente de la muerte del general Franco, Dolores decide regresar a España. En ese momento tiene 80 años, de los cuales 38 los ha vivido en el exilio, lejos de la tierra que la vio nacer.
Corre el año de 1977, Dolores vuelve a Asturias donde es reelegida diputada. Al final de su vida, participa en la manifestación que hacen las madres de la Plaza de Mayo en Argentina. La Pasionaria nunca abandonó su actividad y murió en 1989, año en que cayó irónicamente el Muro de Berlín, a la edad de noventa y cuatro años y en su ciudad natal.
Fragmento de su discurso en las Cortes el 16 de junio de 1936:

¿Por qué se producen las huelgas? ¿Por el placer de no trabajar? ¿Por el deseo de producir perturbación? No. Las huelgas se producen porque los trabajadores no pueden vivir, porque es lógico y natural que los hombres que sufrieron las torturas y las persecuciones durante la etapa que las derechas detentaron el Poder quieran ahora --esto es lógico y natural-- conquistar aquello que vosotros les negábais, aquello para lo cual vosotros les cerrábais el camino en todos los momentos.
No tiene que tener miedo el Gobierno porque los trabajadores se declaren en huelga; no hay ningún propósito sedicioso contra el Gobierno en estas medidas de defensa de los intereses de los trabajadores, porque ellas no representan más que el deseo de mejorar su situación y de salir de la miseria en que viven.


14 comentarios:

Reaño dijo...

Ah, gran mujer la pasionario, lo único que se puede lamanetar de ella es que se aproximase tanto al stalinismo y que le diera la espalda (y no sólo eso) a Andreu Nin y a la gente del PNOUM.

Un beso y buen sábado...

amelche dijo...

Muy interesante, no sabía tanto de su vida.

Ana Victoria dijo...

Ni yo tampoco...
Si habia oido hablar de ella. Incluso oi algo en TVE pero no su biografia.
Muy interesante!!
Ernesto: sabes de politica un monton!
Ya tengo banda ancha Pam asi que nos volveremos a ver seguido...
Un besito Guapi!!!

amelche dijo...

Pam: Vamos a apoyar el post de hoy de Anaví sobre las amas de casa, que el otro día un impresentable anónimo tuvo la desfachatez de dejarnos comentarios de mal gusto a ella y a mí (comentarios que borramos, aunque alguno quedó en el blog de Anaví en la entrada "¿Otro bebé? No gracias".

xnem dijo...

Recuerdos las manifestaciones que hacíamos para que Dolores volviera a su país. Había una dualidad muy divertida entre los anarquista y los comunistas, ya sabes como son esas cosas en tiempos revueltos, en "Les 6 hores de cançó" de Canet -aquel famoso concierto anual en los terrenos de los Trincos- los comunistas gritaban "SI SI SI Dolores a Madrid" y los anarcos en plan cachondo contestaban en a pitorreo todos a coro "COÑO COÑO COÑO Dolores a Logrono". Cosas de la transición.

xnem dijo...

POUM Reagno se te saltó una tecla.

xnem dijo...

Nada que releía el discuso de La Pasionaria y como no, recuerdo su voz, si habéis visto algún documental estaréis de acuerdo, era la voz de una mujer de treinta o cuarenta años, no la de una señora de 80, clara y limpia, no se dejaba un punto ni una coma, una voz firme como pocas he oido.

Pam dijo...

Xnem, es verdad. Pero yo sólo la oí en cintas de cassette o en los reportajes de la tele. No viví aquella época. Ahora vivo otra en que las amenazas estan mucho más encubiertas. Se presentan de guante blanco.

amelche dijo...

Sí, Pam, en anónimos fachas que me insultan porque no les dejo publicar barbaridades en mi blog.

Pam dijo...

En serio, Amelche? últimamente, esto se está llenando de gilipollas... Yo aún no he sufrido ningún ataque de ese tipo... cruzo dedos...
Bona nit, creo que ya va siendo hora de ir con Morfeo.

amelche dijo...

Muy en serio. Y el tipo se fue al blog de Anaví, que no tiene moderación de comentarios. Por eso te dije lo de esta mañana.

Marga dijo...

Ummm estoy con Reaño... su radicalidad estalinista la llevó a cometer muchos errores, entre ellos negar la participación de las mujeres en las milicias y formar parte de las conjuras que acabaron con la línea troskista, muchos más libertaria, de Nin y su gente...

En fin eran tiempos convulsos... aun así nadie puede negar los redaños de una mujer en un tiempo de hombres, su compromiso con la vida y la lucha... es difícil mantener una historia dentro de la historia!

Me encantó...

Besossssssss morenilla cañera

Pam dijo...

MARGA: Radicalidad... ya. Es cierto. De todas maneras, siempre es interesante que una mujer en tiempos tan colvulsos, sea capaz de convertirse en un símbolo, pese a su situación personal y sus escasos estudios. Exacto, lo que tú dices, redaños de una mujer entiempos de hombres...
Besos!!

Reaño dijo...

Revisando algunas cosas, encuentro un enlace del gran científico social, Edgar Morin, sobre Nin:

http://www.inisoc.org/fundanin/morin.htm