Verano 2004

Esta tarde me he puesto a recordar el verano de 2004. Con un ligue de verano, acabé en Castellón y en Benicassim, en el FIB. Estaba más delgada en aquella época y atravesando un infierno que creía que podía solucionarse con amor. Pero ni hubo amor ni solución. Así era yo. Acababa de dejar una relación y empezaba otra que no llegaría a nada más que a un rollo doloroso, que me dio esperanzas y patadas. Fue el peor verano de mi vida. Buscar en alguien el apoyo total, la solución a los problemas interiores que tiene uno mismo, es un gran error. A veces, el error es simplemente esperar algo. Y más de alguien recién llegado a mi vida, en el peor momento. Yo era una niñata tontorrona, confiada e ingénua. Y para colmo, metida de lleno en una depresión de la que ansiaba salir, fuera como fuera. Mi remo fue un chico inmaduro que no comprendió mis arranques de celos, mis lloros inesperados, mi ansiedad...Puedo llegar a entender su sorpresa. Debe ser chocante salir con alguien que se siente terriblemente atraído por ti en dos días y que en poco tiempo espera tanto de ti. En la imagen de la foto, estoy borracha perdida, en una fiesta en un chiringuito de la playa en Benicassim. Pero estoy segura que era la más cuerda del lugar. En la pista se amontonaban niñatas drogadas, borrachos casi etílicos y encocados hasta arriba que seguían bailando pese a que ya llevaban varios días a ese ritmo. Obviamente, la relación acabó en un santiamén. Durante una o dos noches, yo podía hacer ese papel. Más no. Yo estaba acostumbrada a salir de marcha con mis amigos hasta altas horas, sin necesidad de alcohol y mucho menos drogas. Aquello NO. Por nada ni por NADIE. Como suele pasar, me ofrecieron de todo. Me fumé un porro a medias con una chica amiga de mi rollete y bebí de más. Punto. Eso fue lo que elegí del surtido. Acabé la noche triste y la semana con el corazón torpemente roto por alguien que no me merecía y que, aún hoy, me llama por teléfono como "amigo". Alguien a quien, pese a todo, le sigo cogiendo las llamadas con educación y respeto. Qué bueno cometer errores de este tipo... qué bueno vivir con intensidad, tomar nota y aprender. Nunca me arrepentí de aquella experiencia. Fueron días extraños, intensos. Que nunca más podrían repetirse. Ahora no. He amueblado mi cerebro. Banda sonora de este post: I feel Pacha - PACHA