Se alquila...

A r c h i t e c t u r e o f D e n s i t y

Es Asia, claro. Es China. Son imágenes de un reportaje muy interesante del fotógrafo alemán Michael Wolf. Una serie de instantáneas que recogen la filosofía arquitectónica asiática a todo color. La cultura del hacinado, que digo yo. El mastodóntico escenario vertical donde el propietario o alquilado sobrevive en cubículos de esta índole... La idea es que todos, que nos queremos tanto, permanezcamos muy unidos. Y oigo, con pavor, que es el futuro, mejor dicho, algunos QUIEREN que sea el futuro (para los demás, no para ellos, claro). Pisos en los que las personas reducen su espacio de vivienda a 20m2 con ventilación dudosa y rozando las nubes.
Las Torres Asiáticas cuentan con una media de 68 plantas, para un vecindario de aproximadamente 5.000 personas. Los glamourosos se pueden permitir áticos de más de 300m2. Para el resto, es decir, para la clase media asiática, módicas viviendas que van de los 20 a los 40 m2 con un alquiler, como los pisos, por las nubes: 30.000€ mensuales!!

Ciudades fantasmales de hormigón se alzan a las alturas con guiños amenazantes. Nos miran a nosotros, las hormiguitas bajitas que se hipotecan para optar a esto!!

Imágenes espectaculares e insolentes donde incluso se pierde la perspectiva. No hay cielo ni tierra. Wolf quedó prendado de una China insolente, caótica. En ella vivió durante diez años. Decidió fotografiar los edificios sin principio ni final para reforzar su imagen de gigantes interminables, vertiginosos. De este modo, las construcciones monótonas y cuadriculadas se convierten en mucho más estéticas y atrayentes visualmente.

Architecture of Density se convierte en un trabajo original por el modo, quizá no por el continente de sus fotos (los edificios asiáticos están de sobra vistos). El punto de vista de Wolf resulta innovador.

En el año 2005, Wolf lo presentó en París. Habló de la modernización acelerada de Singapur y de Hong Kong. No es una exageración imaginar que, en ciudades de este tipo, marcharse unos quince días, supone, a la vuelta, encontrarse con la fiera urbana muy cambiada. Sería como marcharse de París un mes y al volver, observar atónitos que la Torre Eiffel no está y en su logar se empiezaa vislumbrar otra construcción. Es un cambio constante. En Asia se tiran edificios que no tienen más de diez años. Aunque suene desgastado y se diga siempre de Asia: mira, es que eso es otro mundo... En la adoración perpetua que practicamos siempre los europeos hacia lo más decadente de los continentes lejanos, veamos cuánto tiempo tardamos en copiar al dedillo este modelo de vivienda infrahumano y brutal. Me da a mí que por aquí ya ha empezado a oler a cemento del que hacina y nos aprieta...