
El día de mierda seguiría con un desayuno de mierda: tostadas quemadas y zumo de cartón con grumos sospechosos. Un cigarrito con el café aguado y te vas las patas abajo… Recuerdas que la cadena del váter no va, así que llenas un cubo y lo vacías sobre el pino, a la vieja usanza.
Por supuesto, el ascensor estropeado y en la puerta, bien visible, alguien ha garabateado algo contra ti (piensas en el pintas ése que vive en el quinco que te hace la vida imposible con la música y al que llamaste la atención, pero no tienes pruebas). Bájate los 4 pisos con el coche de San Fernando y haz gimnasia. El coche lo tienes a tomar por culo de tu casa y lo peor de todo es que no sabes exactamente dónde, pero está la hostia de lejos. Tras diez minutos en los que ya te has hecho a la idea de que llegarás tarde, lo atisbas junto a una farola gris en la que mea un chucho.
La cosa seguiría más o menos así: una caravana de tres pares en la Diagonal y el segundero de tu reloj sigue moviéndose inexorablemente. Justo a tu lado, en la calle, ves a a través d ela ventanilla, a un señor de unos 70 años, jubilado, tan fresco, caminando y piensas: “joder, si fuera yo, anda que iba a estar a estas horas paseando en la puta Diagonal”. Tienes tiempo de sobra para pensar en una buena excusa que darle a tu jefe. Te mueves un metro cada cinco minutos.
Para que el día siguiera siendo muy de mierda, caerías en la cuenta, en el ascensor del curro, de que te has puesto un calcetín de cada color y se nota. Junto a ti sube la rubia bombón y rezas para que no los vea. Puede llegar a pensar que eres un imbécil y no se trata de eso.
En la mesa de tu despacho (o más bien zulo en el que te han ubicado, sin a penas luz natural) se amontonan papeles de todos los tamaños y colores esperando a que los revises con ilusión. Un listado de llamadas por hacer, clientes a los que escuchar y una compañera, a tu lado, que no tiene otra cosa que hacer que rallarte con su fin de semana en la costa con su prima y lo bien que se está soltera… ja!
A media mañana, cuando el montón de papeles ya ha bajado considerablemente y tienes dolor de cabeza, cómete ese lindo bocata que te has dejado en casa, justo en la cocina al lado de tu cartera. Rapiñando unos céntimos a un colega, te tomas un café asqueroso, estilo americano, con el estómago vacío cagándose en tu p. madre. Luego traga al plasta ése que es del equipo de fútbol contrario al tuyo, sus risas por la victoria del domingo y las burlas por la derrota del tuyo.
Viene el jefe y no te libras de dar excusas. Tienes ganas de decirle en su cara que tiene una legaña asquerosa en el ojo izquierdo, pero te limitas a asentir cuando exclama con risa socarrona: el tráfico, no? con esa cara de gilipollas a las tres pero con un BMW Z3 que ya quisieras tú. Y la hija es igual de fea que él, piensas para ti mismo y sorbes de nuevo el café.
Luego al bar, al puñetero bar de menú “casolà”, jajajajaa. De casero tiene lo que tú de cura. La sopa ésa, de tomate, la ensalada de la casa, como suelen ser las ensaladas y piensas: ¿dónde harán la ensalada que no sea de la casa? Ya empiezas a desvariar, come y no pienses. Pero justo enfrente tuyo tienes al compi que va de amiguito, que no calla la boca ni cuando come, con lo cual ves la pastosidad de la tortilla de patatas bailando entre sus dientes. Coges el Marca, a ver si pilla la indirecta y se calla, pero no hay manera.
Suena el móvil, que es lo único que no te has dejado en casa y es tu chica, que anula la cita de mañana porque prefiere ver crecer las plantas. Te rascas el cuero cabelludo porque te da mucha vergüenza pedirle a la Conchi, la dueña del bar, que te fíe. Pero lo hace y te apunta en una libreta cochambrosa, llena de grasa justo debajo de otros morosos como tú.
De nuevo en el zulo, el cliente con el que tenías cita se retrasa, así que te pones nervioso y prevés que no saldrás a tu hora. Te acuerdas de su familia y aprietas los dientes en un gesto muy repetido en este día de mierda.
En efecto, son las siete y sigues aguantando las tonterías del cliente mientras los compis se piran. Uno de ellos, el hincha del equipo que más asco te da, te guiña el ojo con cachondeíto mientras se pone la chaqueta. Del jefe, ni rastro. Dejó el despacho hace dos horas. Y el puto gordo que tienes delante se enfrasca en temas personales contigo y piensas: coño, acaso te crees que soy tu psicoterapeuta, obeso de mierda? Pero, una vez más, esbozas tu sonrisa falsa y asientes aunque te pueda estar llamando hijo de la gran.
Son las ocho y los borregos como tú han salido a la misma hora y se disponen también a volver a su dulce hogar. No has tenido tiempo ni de gimnasios, ni de relax. Cenarás de microondas y te tragarás alguna de esas pelis que reponen en TVE1 y que has visto mil veces.
Cuando estés en la cama, oirás a la pareja de recién casados que vive justo sobre ti, follando como locos y gimiendo de placer. El dolor de estómago por el afé de máquina y la lasaña congelada de la cena te impedirá dormir hasta las tres.
Buenas noches, y tápate.
7 comentarios:
Le deseo un feliz día
Mi rutina no es igual pero en el fondo...
Joer, Pam, casi me abro las venas... jajaja. Eres la caña
Vuelvo a la vida de la conexión, al menos desde casa, en el curro siguen los problemas con mierdatelefónica...
Cómo va el piso? tienes pintura entre los dedos aún?
Besiñossssssss
IF: si, lo jodido es que muchas de esas cosas nos vienen a la mente y son espejos de nuestra vida...argggg, socorroooo
MARGA: jojojojo, me alegro de haberte entretenido un rato!! Pues nada, este finde viene toda mi tropa (hermano, hermana, y cuñados) a ayudar. Así que finiquitaremos el tema. Tengo pintura hasta en el poto... Jajajajajajajajaja
Y a partir de la semana que viene, haremos un intensivo made in IKEA, como la mayoría de jóvenes!
No me hables de ordenadores que no funcionan...que estoy hasta la punta del ordena de mi curro, qué asco, por Dios!
jajajajajajajajajjajaa Vade retro Pam, juer... no será un deseo al prójimo eh?
bsss
Hay Pam veo que te gusta la buena vida, hasta escribes sobre eso ........jajaja
me he asustado mucho, porque te imaginaba feliz, llena de pintura y silbando, en tu nueva casa. Esto debe ser lo de los telediarios, eso del postvacacional, no? Saludos
JAVI: jjaajajjajajaa...Bueno, sabes que en realidad no uso un habla tan soez.... sólo un poco.
JAVIER: es todo ficción!! lo juro!
NANNY LIDIA: Gracias por pasarte por aquí! Buena vida??? Jajajajajjajajaajajaaaa....
ENRIQUE ORTIZ: cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia...Yo ni voy en coche, ni cruzo la Diagonal, ni me van las rubias!!! Jajajajaja...Por cierto, este fin de semana lo pasaremos pintando con ilusión por acabar (eso sí es verdad, jejeejeje)
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