11 noviembre 2006

Monstruos en el armario

Algo huele mal y lo sabes. El sistema de mi vida es una mierda y todos lo saben. No es escepticismo.
De repente, vienen monstruos negros, como salidos del armario de mi habitación. Siempre estuvieron allí, solo que es ahora cuando los veo, después de salir de la inopia en la que me instaló la pretendida tranquilidad. Tener la pasta para llegar a fin de mes decentemente, pagar el alquiler y todas las cosas imprescindibles, no ya caprichos, salir por aquí y por allá, fumar demasiado, sentir inquietud por el mundo, escuchar música a un volumen demasiado alto. Escribir y enamorarme cada día de mi pareja.
¿Por qué apesta?
De repente, alguno de los varemos de la tranquilidad falla. No he dejado de fumar, he cerrado la puerta del despacho del trabajo, cansada del acoso y de la explotación. He abierto la puerta del armario cansada de ponerle parches a los fallos y el mundo me ha puesto una mueca horrible. Descubrí el pastel profesional y no he sabido encajarlo. De momento. Pero busco dentro de mi cabeza, buceo en mitad de mis ansiedades, y engullo alguna que otra pastilla que me ayude a no necesitar más ayuda.
Las tardes se vuelven noche en otoño, mientras miro de reojo el armario, el contenido ya descubierto. La realidad puesta sobre la mesa me obliga a madurar y, en cuanto pueda, a tomar decisiones en este punto y aparte. Ahora empieza un todo diferente. Todos esos malos olores que salen del armario de mi vida, los últimos tres años, tenían también un cometido didáctico. No tengo más remedio que colocarme una coraza de nuevo, que se anule la vulnerabilidad y me proporcione más carácter para evitar un pisoteo semejante, que crezca diez años en diez minutos y que pueda reírme pronto de los infraseres colocados estratégicamente en mi vida, venidos a hacer daño porque yo lo permití.
Los monstruos negros me quieren entretener en la ardua tarea del rencor, pero es agotador canalizar mis energías en odio.
Ya estoy harta. Hay que salir.
Escribo.
Ya no puedo beber café. Las manos me tiemblan.Ojala al menos haya podido dejar algún kilo.
Apreciar lo que tengo y poder despertarme tranquila sin haber tenido ninguna pesadilla estúpida. Hacer un “reset” de todo eso. Borrón…no puedo, aún.
Media taza de mate con leche.
“Get Up, Stand Up”. Bob!
Algún tranquilizante que no debiera necesitar.
El libro inacabado que debiera acabar si pudiera concentrarme.
Descansar, de verdad.
Paz en mi mente. En paz conmigo misma. Sí.
Demasiados cigarrillos.
Sangre en los dedos cuando me como las uñas.
Dejadez física. No me importa mi aspecto.
Sequedad de boca. Constante.
Nervios y dolor de estómago permanente. Náuseas.
Diarrea.
Vómitos en mi ansiedad. Suspiro de nuevo. Respiración entrecortada.
Manos frías.
Sudor.
Vueltas en la cama. No encuentro la posición ni en ella, ni en el mundo.
Pérdida de la capacidad de concentración para hacer cualquier cosa. Incluso viendo una película.
Pérdida de la capacidad de entretenimiento.
Evasión con la música.
Negación de victimismo. No soy una víctima. No debo creerlo.
Un solo tema. Escenas pasadas me bombardean sin parar, incluso en sueños.
Crispación cuando suena el teléfono. No quiero estar para nadie, más que para los míos.
Es agotador tener MIEDO.
Tiempo. Tiempo. Tiempo, que pase ya, que todo lo deseche y me traiga novedad positiva.
Que pasen ya las horas y esto acabe.
THIRTY THREE - The Smashing Pumpkins
Speak to me in a language I can hear
humour me before I have to go
Deep in thought I forgive everyone
As the cluttered streets greet me once again
I know I cant be late,
suppers waiting on the table
Tomorrows just an excuse away
So I pull my collar up and face the cold, on my own
The earth laughs beneath my heavy feet
At the blasphemy in my old jangly walk
Steeple guide me to my heart and home
The sun is out and up and down again
I know Ill make it, love can last forever
Graceful swans of never topple to the earth
And you can make it last, forever you
You can make it last, forever you
And for a moment I lose myself
Wrapped up in the pleasures of the world
I've journeyed here and there and back again
But in the same old haunts I still find my friends
Mysteries not ready to reveal
Sympathies Im ready to return
Ill make the effort, love can last forever
Graceful swans of never topple to the earth
Tomorrows just an excuse
And you can make it last, forever you
You can make it last, forever you

8 comentarios:

xnem dijo...

a los buenos días, veo que esto es el final del principio, bien! veo que vamos mejor.

En mi vocabulario personal, -este tipo de batallas las definías como; "hacer costra"-. Una herida para que deje de sangrar necesita que las plaquetas y los glóbulos blancos de la sangre trabajen muy bien conjuntamente y produzcan una buena cicatrización.
La "costra" es necesaria para poder llevar una vida cotidiana tranquila y serena, luego ya veremos donde nos interesa meternos, pero hay que estar preparado para todo.
Me remito a mis libros de filosofía de cabecera, "Calvin & Hobbes" de Bill Watterson. Seguto que conoces a Calvin y la guerra que se tiene con los "monstruos" que viven bajo su cama. Duro con ellos!

El vídeo y la canción muy apropiados, que buen disco hizo el calvorota ese año!.

amelche dijo...

No sé muy bien qué ha pasado, pero, como dice Xnem, si los monstruos han salido ya del armario, es buena señal. Ahora cierra el armario para que no vuelvan a entrar. No hace falta tener diez años más, te lo digo yo que tengo 7 más. Ya eres lo suficiente madura. Y lo vas a arreglar todo. Y te vas a sorprender a ti misma.

if dijo...

Leo todo eso y lo siento demasiado cercano en el tiempo. Hace pocos meses yo estaba así y hasta hace pocas semanas aún tenía alguna recaida. Tengo asumido que cada cierto tiempo los fantasmas vuelven pero cada vez reconozco con más tiempo que se acercan y cada vez les echo antes.

Apóyate en los tuyos y sonríe un poco cada día, sólo un poco. A mí los Simpson me funcionaban y los monólogos del club de la comedia también. Cada monologo dura un par de paginas y ese poco rato sí que era capaz de concentrarme.

Vita dijo...

Ahora que sonrío lo sé y por eso te lo digo. Esto pasará. Como pasaron, seguro, tormentas, huracanes y ciclones tristes y felices. El tiempo, amigo y aliado… Curioso comprobar que a veces no avanza linealmente.

Como te dijeron más arriba cuando los monstruos salen nos asustamos, pero en realidad es bueno que salgan. Si no salen nunca se marcharan, porque estar están, todos tenemos monstruos en los armarios.

No sé que te pasa… pero sea lo que sea espero que mañana estés un poquito (sólo un poco) mejor que hoy. Besos.

Asha dijo...

Alucinada.
Descripciones que encajan de una forma sorprendente.
Lágrimas y deseos de abrazarte sin conocerte de nada tan sólo por saber a ciencia cierta lo que por dentro se cuece.
Hay final, Pam. Tan cierto como que mañana abrirás tu blog y sonreirás por saber que en esto, no estás sola.
Un beso, lleno de cariño.

Pam dijo...

xnem: Ahí andamos, en la lucha por volver a empezar,poco a poco. Smashing...qué buenos, qué buenos. Los he recuperado estos días. Se ajustan al tipo de música que necesito ahora. Saluditos.
Amelche: madurez...A veces, cuando me siento tan débil y vulnerable, siento que no soy nada madura. No está hecho el mundo para los débiles, no.
IF: los míos, ahora mismo, son lo único que cuenta. Bueno, y reponerme lo primero. Pero...qué sería de mí sin su apoyo? Gracias por tus palabras.
VITA: muchas gracias por pasarte por aquí, aunque no has topado con el blog más animado, como ves, me descubres en una situación dura. Nos leemos.
AYLANDARA: siempre pensamos: ¿por qué me ha pasado esto a mí? y no nos detenemos a pensar en que muchos otros han vivido situaciones semejantes. Nos creemos únicos hasta para eso. Pro no, como tú bien dices, no estoy sola. Un eso tb para ti, con mucho afecto y agradecimiento por tus palabras.

Enrique Ortiz dijo...

"Las tardes se vuelven noche en otoño, mientras miro de reojo el armario, el contenido ya descubierto. La realidad puesta sobre la mesa me obliga a madurar y, en cuanto pueda, a tomar decisiones en este punto y aparte. Ahora empieza un todo diferente. Todos esos malos olores que salen del armario de mi vida, los últimos tres años, tenían también un cometido didáctico. No tengo más remedio que colocarme una coraza de nuevo, que se anule la vulnerabilidad y me proporcione más carácter para evitar un pisoteo semejante, que crezca diez años en diez minutos y que pueda reírme pronto de los infraseres colocados estratégicamente en mi vida, venidos a hacer daño porque yo lo permití".

Tú sola has analizado el problema y has encontrado la solución. Además, tan bien escrito...

Marga dijo...

Ummm mi niña grande, todos los somos, siempre moviéndonos entre la necesidad de serenidad y la necesidad de aprender... y ésto último sólo llega con experiencias que no siempre son buenas...

Pero pasamos página poco a poco y las bestias negras, tus monstruos los llamó así, van difuminándose y entre intervalos vamos viviendo.

Otra de mis frases recurrentes... "quién dijo que esto fuera fácil"? pero aqui estamos...

Tú escribe, vomita toda tu sequedad y cada vez que tengas ganas abraza y toca pieles... los mejores antídotos para el miedo.

Besosssssss y besotes, besiños y pieles!!!!