
Mi sobrino, según como, prefiere quedarse apoltronao, sin vestirse, conectado al ordenador y, mientras hace otras cosas, mantiene encendido el Messenger, al que van conectándose sus colegas, con ese ruidito tan característico que tiene el programa, cada vez que alguien más se une.
Continuamente, el software se va actualizando y van surgiendo nuevos servicios. Cada usuario puede ponerse una foto, añadirse un perfil, enviar archivos, enviar “guiños”, tunear el fondo del programa con fotos propias, fingir desconexión mientras puedes mantener el programa abierto para ver quién entra y quién no…
Ahora, ya no son necesarios esos rituales de apareamiento en el portal. Puedes decirle a tu novio que, tras dejarte en casa, se pire rápido para la suya y que en cuanto llegue se conecte. La prolongación de la cita puede conseguirse cibernéticamente y, si los padres soban, hasta puedes conectar la webcam y que tu novio vea cómo te pones el camisón.
Ahora el chaval de 17 años puede, simultáneamente, mandar un mail, conectarse a un Chat y escribir un sms. ¿Para qué va a salir de casa? Además, con algunas videoconsolas puede jugar en red con sus colegas sin moverse de su habitación.
Y lo del móvil ya tiene huevos. Es increíble pensar que antes, cuando salías de casa, si llegabas tarde a una cita, no podías avisar. Tampoco podías mandarle mensajitos al noviete o si te quedabas tirado en la carretera tenías un problema. Los empresarios se han flipado con la Blackberry. No he visto mayor instrumento de tortura “civilizada” y sutil como ese juguetito que tiene a los ejecutivos “amarraos” hasta en fin de semana.
Ahora es como si los niños nacieran con un móvil bajo el brazo. Las capacidades de los mocosos para utilizar el ordenador y el teléfono son acojonantes. Yo, que no tuve ordenador hasta los 18 años, ahora compruebo cómo mi sobrina de 10 navega por Internet, se descarga una canción y busca videos en YouTube.
¿Y la capacidad que tienen para mandar sms’s? Escriben los mensajes a velocidades de vértigo… Claro, luego vienen los inconvenientes: el crío escribe textos en los exámenes del palo: “los ríos q tienen + cauce…”
Los profes están amargaos, y no me extraña. El otro día, la Vanguardia publicaba un titular buenísimo: Los chimpancés tienen mejor memoria que los estudiantes universitarios (5.12.07). Y me lo creo. Mira la capacidad de memorización de este chimpancé. Memoriza en un segundo los números y los marca por orden en la pantalla:
8 comentarios:
Visto lo visto, deberína tener derecho a voto.
El signo de los tiempos, veamos el lado positivo.
Cuando estos muchachos crezcan, con sobrepeso, problemas de espalda, cardíacos, de circulación, etc les dará por el yoga, las artes marciales o correr sin mas, cuando uno agota algo, cuando está hast5a la madre busca otras cosas. Cuando estén artos de sexo frío, buscarán carne caliente, un aliento, una voz, unas manos que los toquen. Me encantará ver como son loa autobuses de excursiones de estos jubilados, todo desenfreno, todo actividad, nada de abalanzarse solo a la comida, se tiraran a la yugular, corre corre que hacemos tarde.
Ya lo dicen por ahí;
“El que de joven no trota de viejo galopa”.
Y así sea.
Lo del chimpancé me ha dejado flipado, MUCHO MAS RÄPIDO que yo!,
aunque a mi al final, no me dan banana.
Referente al comentario anterior sergio; pues tal vez algún día, ya saben aquello de que no hablan para que no les hagan trabajar.
Pues sí, el otro día estuve corrigiendo unas redacciones sencillitas en inglés (son críos de 12 años) sobre lo que hacen durante el día: "Me levanto a tal hora, voy al instituto, como a las 3, me conecto al messenger/juego en el ordenador, hago los deberes, ceno, me acuesto a las 12." Más o menos, eran todas así. En casi todas aparecía el messenger.
SERGIO: Pues sí, porque hasta Yola Berrocal vota...
XNEM:lo del chimpancé es muy heavy. Hoy me lo han dicho en el curro y he pensado que había que compartir el video. Muy heavy. AS la exposición no pude ir, espero poder pronto.
ANA, lo del messenger es una auténtica droga. Entiendo que tiene su utilidad, pero como en todo, no se puede abusar.
Eso pasa con casi todo, las generaciones son cada vez mas precoces. Lo malo es que a esa velocidad se pierden otras cosas por el camino.
Lo del mono tiene tela.
yo no soy tan joven y tb ando enganchada al msn del pc, al del móvil y a los blogs, qué se le va a hacer... lo dejo todo el día encendido y cuando vuelvo a casa veo a ver qué sorpresas me han dejado
Estoy de acurdo, o quisiera estarlo, con Xnem, pero por estos días lluviosos no ando para optimismo, hoy con la luz eléctrica prendida a mediodía...
Al mundo mejor, el de las utopías, ya se lo cargó la play station...
Un abrazo y a ver si te pasas por mi blog que hace tiempo que...
La vida cambia a una velocidad a la que no estábamos acostumbrados. Los medios son completamente diferentes, pero las actividades en sí siguen siendo parecidas, en el fondo. No creo que todo este cambio sea para mal, aunque lo de la poca actividad física de los más jóvenes sí que es preocupante.
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