04 febrero 2008

La Peste

Qué pesadilla. Escucharles, verles, intuir su presencia en las escuelas, en la educación casposa que quieren seguir invadiendo. Con esos discursos arcaicos, de intolerancia…
Qué pereza. Contemplar el alarde de sus carnes apestosas, resoplando y ventoseando sus encíclicas, escupiendo al futuro y refugiándose en la Palabra de su Dios. Imponiendo, malmetiendo, enfrentando.
Qué indignación. Observarles tan grandes, vestidos de color rojo, alardeando de una pose que ya no impone respeto. Vapuleando, creyéndose en posesión de la verdad y la salvación eternas.
Cuánto tiempo más tendrá este país que aguantar estas culebras, estos buitres carroñeros, mafiosos y puteros (con perdón por las putas, que más dignas que ellos son en cualquier circunstancia), pedófilos, casposos recalcitrantes. Se creen con poder y derecho para juzgar a la mujer que quiere abortar, al homosexual que quiere contraer matrimonio, al adolescente que abomina de la comunión.
Que les cierren la boca con sabiduría, con dignidad, por limpieza, por higiene mental y cultural. Que nuestros hijos no tengan que padecer sus postulados, como pústulas sangrantes. Que alcen la voz los progresistas y se callen en sus ritos, en sus vómitos, en su desvergüenza. Que alguien de una vez les baje a la tierra, a la de hoy, a la nuestra, y les espete en sus oídos, que no hay más Dios impuesto, ni cristianismo por obligación, ni beatos ni monaguillos… que no los ha de haber por dignidad y avance de nuestra sociedad. Que padecerles es un insulto, que soportarles es una condena (mayor que cualquiera de las que ellos utilizan para acojonarnos).
Porque el laicismo se impone en un país plural. Porque de respeto se ha de hacer gala sobretodo en campo contrario. Porque su imagen, su historia, su credo… A día de hoy… debería utilizarse sabiamente, a modo de papel higiénico.
Que no les queremos. Que abominamos de ellos. Que son una lacra vergonzosa, un grano en el culo que no desaparece jamás y al que sólo recordamos cuando sangra o cuando duele. Que están de más en cualquier país avanzado. Que son prescindibles. Que no son nadie para gobernar e imponer, para pretender establecer una moral de cumballás con guitarra y seminarios. A Dios rogando y con el mazo dando.
No puedo respetar al irrespetuoso. Me molesta su presencia, su pose y sus modelistos de Drag Queen. Me molesta la peste de sus bocas, la moral rancia y desfasada, que no atiende al mundo real ni a las nuevas generaciones.
Que les aguante su puta madre. Pero bien lejos. No sea que llegue hasta aquí el pestazo de sus discursos y de sus postulados por una única familia, la de ellos. La que les mantiene en el poder, a la sopa boba, por obra y gracia del Espíritu Santo… o por incultura de un país que a penas empieza a despertar de un letargo de fachas y de hijos de puta.


8 comentarios:

Gisela dijo...

"Estoy rodeado de sacerdotes que repiten incesantemente que su reino no es de este mundo, y sin embargo echan mano de cualquier cosa que puedan obtener." [Napoleón Bonaparte]

amelche dijo...

Hemos coincidido en el post, más o menos.

xnem dijo...

Como os ponen!
Si es que a estos le va la marcha, por eso lo hacen!
No caer en la trampa. Ignorarlos, que se ahorquen con su propia… sotana?

Pam dijo...

ANA, simbiosis!!!

X, es que no puedo, no puedo, cada vez que los veo por la tele, me ponen enferma.

Gisela dijo...

Hola Pam, cuanto tiempo!!!!

Anónimo dijo...

Canela fina, peke...Sí señor!!!

Y yo que aún voy recordando, muy de tanto en tanto, mis días de monaguillo en mi pueblo de Aragón, en mis años mozuelos, todo esperando la propinica de los domingos en la sacristia...

jejeee

JAVI

Reaño dijo...

Son la peste, los verdaderos mercaderes que Cristo expulsó apuño limpio del Templo...
Si quieres ver más notas sobre la peste, te invito a pasar por casa, andamos en sintonía cañera...
Besos!

xnem dijo...

Yo no pongo la tele, gozo de muy buena salud y no quiero que me la estropeen estos cretrinos.