18 marzo 2008

Animales_

Yo no soporto ver animales maltratados. Es algo que me supera. Puede indignar, tal vez, pero en según qué circunstancias, me duele mucho más ver de refilón una corrida de toros que una noticia en la que ha muerto una persona. No sé explicar por qué, pero es así. No puedo explicar lo que siento dentro cuando veo animales abandonados, perros callejeros desnutridos vagando solos en verano, refugiándose del sol.
No aguanto ver a un dueño castigando a su perro, pegándole. Tampoco me gusta ver perros atados a las puertas de los supermercados, llorando mientras esperan a sus amos.
La otra noche vi por la tele cómo detenían a una mafia de cazadores que organizaban cacerías en lugares protegidos, para luego comerciar y disecar cabezas de ganado con que adornar sus chalets. Ni a las crías respetaban. Lo peor es que esta gentuza sólo pagará una multa. Nunca pisará la cárcel por atentar contra los derechos de los animales.
Siento un odio insano ante situaciones así, se me quita el hambre y me siento tan impotente que pierdo la fe en el mundo.
Una noticia me devolvió de nuevo esta sensación de vileza. Una compañera en el trabajo me habló de un esperpento de individuo costarricense que se hizo valer de un perro callejero para darse a conocer. Lo expuso en una galería de arte para dejarlo morir. Y decenas de personas visitaron aquella “exposición” sin hacer nada por aquel animal, atado y privado de agua y comida. ¿Quién permitió exponer un perro en una galería de arte para dejarlo morir? Las imágenes del can (podría añadir aquí un link pero prefiero no hacerlo, sinceramente), apodado Natividad, han dado la vuelta al mundo como símbolo de ignominia y atrocidad humanas cometidas contra un animal. Los comentarios del “artista” para defenderse de las acusaciones son, cuanto menos, vomitivos, y no vale la pena reproducirlos aquí. Es defender lo indefendible.
Yo soy consciente de que en el mundo se cometen constantemente atrocidades contra los animales. Para empezar, en los mataderos. Y no por ello he dejado de comer carne. Soy la primera en reconocer que es cierto que para que nos alimentemos dejamos que cada día se mate a millones de animales.
A mí se me ponen los pelos de punta con las injusticias que nadie puede justificar, que no tienen explicación, ni razones verdaderas. Los seres humanos nos alimentamos, entre otras cosas, de carne animal y eso es así. Sabemos que podríamos nutrirnos prescindiendo de ella, pero seguimos sacrificando animales a diario y no voy a entrar a juzgar algo tan complejo.
A mí lo que me revienta es el maltrato porque sí, por la Fiesta de los cojones, por ganar dinero, por diversión, por dejadez… por inhumanidad.
Sigo manteniendo que quien maltrata a un animal, rara vez se queda ahí. Leo en Anima Naturalis que “Los socialistas se han comprometido a elaborar una ley de Protección Animal si ganan las próximas Elecciones Generales”. Ya pueden ponerse manos a la obra, por los animales y por nosotros.

3 comentarios:

amelche dijo...

Desde luego, lo de ese perro de la exposición fue una vergüenza. Yo he firmado en la pág. web, no sé si valdrá de algo, pero bueno.

CARRAS dijo...

Tu si que estas hecha un buen animalillo!!!
Fiera: Nos vemos estos dias de semana santa, no?

P.D. He vuelto a perder mi "selular"....

Pam dijo...

ANA, insoportable de ver.

CARRAS, nos vemos, porque yo tampoco me voy por ahí... y tb estoy sin "selular"!!!! Me he cambiau a Vodafone y todavía no tengo el teléfono.
A ver si plego ya. Cojo las vacaciones mañana, ya de una p... vez.