26 enero 2010

Espera (un poco más)_

Y entonces, en mitad de la estación de tren, miré de un lado a otro buscando un refugio que no existía. A mi alrededor se movían las personas, en ese lugar de transición, ese "no sitio" alguno y yo miraba el reloj odiándome por haber llegado tan pronto. Hubiese querido hacerme esperar. Pero soy de grado estreñido. No sé llegar tarde a las citas importantes.
Justo delante de un bar-restaurante cualquiera, de franquicia, mirando hacia lo lejos por verle venir y no llegaba. Más ocasión de perder los nervios, de comerme las uñas, fumar otro cigarrillo y, en general, hacer todo ese tipo de cosas odiosas y detestables de una misma contra las que una lucha en embates de raciocionio. Pocos, por otro lado.
Conciencia de que vas a vivir un instante único en tu vida y muy probablemente definitorio, te da por pensar en estupideces que pululan por tu cabeza a mil millones de kilómetros hora, sin dejar ni una huella. Las escenas de velocidad se prodigaban en forma de seres con mochilas, maletas y objetos también de transición. Y soplaban vientos feos de refrito y café malo por mi espalda, saliendo del bar de franquicia, aturullándome y apestándome el pelo.
Una mirada más... No llega. Pero dijo que llegaba hace un momento vía sms... "Esperando, pensaba, que ya no está de más esperar un poco más, lo bueno se hace esperar..."

2 comentarios:

amelche dijo...

¿Al final llegó, o te dejó plantada? ¿Sabes? A veces, echo de menos fumar, yo que no soy fumadora, para entretenerme en momentos como el que describes e intentar calmar los nervios.

Pam dijo...

Jejejeje... llegó!!!! Y se quedó! No eches de menos fumar... que esto es una esclavitud...!! Besotes, guapa!