29 marzo 2007

Cuento chino

Analizó el discurrir de la cotidianidad. Comprendió que el sistema nos ha impuesto un modo de vivir que se repite incansablemente día tras día.
La rutina mata. Lo mata todo. Extermina la ilusión.
Quiere una receta que le ayude a detenerla. La receta de la innovación.
Quiere interactuar como solían hacerlo.
Dice: “Foxlander, vuelve”. De repente ahí está. No. No es. Ya no. “Si lees esto… vuelve. Dime que lo entendiste. Si no me lo dices, es que no pisaste esta página. Y me engañaste aquellos días. O quizá te excediste en promesas”.
Entonces el Zorro pasa de largo y no vuelve a Cadaqués a buscar bajo la piedra, cierra el chat, se da la vuelta y se va.



5 comentarios:

Anónimo dijo...

La red no es diferente, sólo más rápida. Es una suerte de catalizador.

Un beso, Miriam G.

amelche dijo...

¡Ja,ja! Muy bueno el chiste de la honestidad en internet. Estoy de vuelta al mundo de los vivos, como ves, e intentando ponerme al día de todo lo que ha pasado en estos días.

Reaño dijo...

Pues contra la rutina... la noche, la noche, la noche que todo lo bendice, que todo lo espera, que todo lo cura...
Abrazos!

Pam dijo...

MIRIAM: Sí, sobretodo la inmediatez de los mensajes. Todo está en el uso. Besos!

ANA!!!!! Bienvenidaaaaa!!!!!!

REAÑO: Sí, quizá la noche traiga calma... pero qué difícil desconectar del trabajo!
Abrazos!!

xnem dijo...

Espero que los clientes del MINI BAR no tengan esta pinta.
Venga Rutina Fuera!
O era "puños fuera!"