
Robben marca el empate, ¡minuto 86!. Hay posibilidades. Gritamos, gritamos y gritamos. Al menos Osasuna se queda sin los tres puntos y les damos la noche. Pero… se aleja el pasillo del Barça en el Bernabéu. Los escasos culés que nos acompañan viendo el partido se largan justo en el empate. No sabemos si es porque se lo ven venir o porque ya creen que se han librado del pasillo.
El Madrid empuja como no lo ha hecho en todo el partido, y lo hace con diez “gracias” a Cannavaro. Entonces… Higuahin, ¡minuto 89!, gol. Menudo crack, el colega. Otra vez nos da la liga el mismo. 1-2.
Otro año más, los gritos, el mareo de mi hermano, mi taquicardia y mucha felicidad. De camino a casa con la moto, voy pitando por la calle como una jovenzuela. No puedo ir a la Cibeles…
Grandes merengones los que sufrimos desde territorio enemigo… Nosotros somos los buenos… la mejor afición.
4 comentarios:
ummmmh! tema futbolero y blanco.
Esta tarde terminé de leer el Bartlevy de Herman Melville así que "preferiría" no opinar.
Pero me alegra que la peña se divierta sanamente.
Y no tan sanamente, porque me dio taquicardia, jajajaaja
Ya veo tu pasión futbolera!!
jajaj, genial, habrás disfrutado estos días viéndolos...
Espero que lo próximo sea la champions!
jij
Un besito
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