Demasiados ciarrillos en el cenicero. Hoy he fumado demasiado. No estoy tensa, ni nada por el estilo. Pegada al ordenador. Enganchada siempre, escribiendo y escuchando música de esta gran videoteca que se ha convertido el PC. Bebo un refresco. Son las 23:30. Suena John Mayer. La luz de la habitación es ténue, el humo ha dejado una ligera neblina. No quiero irme a dormir pensando que éste ha sido un día más. He empezado este blog. He aprovechado cositas que tenía colgadas en otro y he colgado fotos nuevas. Y las agujas del reloj pasando, corriendo siempre. Mi madre viene. Como ocurre cada noche, la música está demasiado alta. Me duele la cabeza. Camino hacia mi cumpleaños, por los entresijos de una semana cualquiera... pero con olores de sorpresas que vendrán. Mañana veré a Javi. Entre semana nos vemos cuando ya ha caído el crespón negro de la noche. Ansiamos el verano para respirar el aire tibio. Ansiamos vernos a menudo y descubrirnos y no cansarnos nunca de seguir descubriéndonos. Se apagan los ojos. Un poco de "Madame Bovary" antes de dormir. Unos cuantos sueños despierta hasta que lleguen los sueños dormida. |
21 febrero 2006
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