
Un día recobras cierta ilusión y todo el caos comienza por ordenarse lentamente. Las piezas se ajustan. Poco a poco, el mundo funciona, es digerible.
No sentí la normalidad. Ya no sabía lo que era la normalidad. Pero aún hoy, en mi vida, sigo descubriendo mi renacimiento al percatarme de cosas nimias que antes me descorazonaban y hoy me dan fuerza. He aprendido. He crecido.
Me coloco un chubasquero. Algunas situaciones que antes me invadían de pena o de preocupación, empiezan a resbalar.
Mi nuevo estado me convierte en agradecida, en mucho más sensible a lo aparentemente nimio u accesorio. Me siento afortunada por pequeñas cosas. Valoro más mi calma y mi salud. Los momentos se vuelven importantes, casi como si fueran últimos. La intensidad de mi existencia se multiplica.
Gracias, gracias, gracias. Aprendo a bajarme del burro. Ensalzo la sencillez y la humildad, pero aprendo al mismo tiempo a dejar de mirar al suelo. Ahora alzo mi vista al frente y camino de manera erguida. Me siento renovada. Me quiero más. Empiezo a sentirme un poquito más que nada.
El mundo, que es el mismo, se mueve en espiral a mi alrededor, pero lo acojo con otros brazos. De vuelta al mundo real. Pero ahora con una coraza de material más resistente...
Banda sonora: Clap your hands say yeah, de CLAP YOUR HANDS SAY YEAH.
3 comentarios:
Me recuerda a una frase que no sé dónde leí: "Las circunstancias no nos derrotan, sino nuestra actitud ante ellas". El mismo hecho en un momento o en otro puede hacer que nos lo tomemos de una forma u otra.
Ahora estoy empezando esa fase.
La empecé justo cuando empecé el blog.
Estoy poniendo orden. Se que tardaré en ponerlo, y que nunca estará completo, pero lo sigo intentando.
If: imagino que realmente, toda nuestra vida es un camino en el que intentamos luchar contra el caos. Ordenarlo y ordenarnos es nuestra misión. A saltar obstáculos y a madurar, sobretodo eso. Crecer.
Amelche:es cierto, según nuestra fortaleza o debilidad del momento, reaccionamos con más o menos coraje. Lo ideal sería que la fortaleza no nos abandonase nunca, pero eso es una quimera.
Publicar un comentario